Jose de Diego

Biografía

     Poeta, abogado, político, orador y patriota nacido en Aguadilla (16 de abril) y fallecido en Nueva York (16 de julio), gran defensor del idioma español y de la cultura puertorriqueña, llamado EL Caballero de la Raza. Cursó la enseñanza primaria en Mayaguez y el bachillerato en el Colegio Politécnico de Logroño, ciudad española en la que fue miembro del comité Republicano Progresista y donde dio a conocer sus primeros versos a través de la publicación La semana cómica. Por este tiempo (1885) publicó en el periódico El progreso de Madrid un poema en que criticaba la situación política imperante en su patria; debido a ello fue encarcelado. Desde Logroño también colaboró en otras publicaciones de la capital de España y en las puertorriqueñas El buscapiés y El palenque de la juventud. En 1886 regresó a la Isla y poco después conoció a la joven Carmen Echevarría de quien se enamoró. Fruto de ese amor frustrado por la oposición de los padres de la joven es el poema A Laura. Regresó a España a continuar la carrera de Derecho en la Universidad de Barcelona. Por motivos de salud tuvo que abandonar dichos estudios y regresar a Puerto Rico. Posteriormente, concluyó la carrera de abogado (1891) y el doctorado en Derecho (1892) en la Universidad de La Habana. Ocupó los siguientes cargos: fiscal en el juzgado de Primera Instancia en Arecibo, subsecretario de Gracia, Justicia y Gobernación y luego magistrado de la Real Audiencia Territorial de Puerto Rico (durante el breve gobierno autonómico, 1898), fiscal y presidente de la audiencia de Mayaguez (1899), miembro del Consejo Ejecutivo (1900) y de la Cámara de Delegados (1903-1917), que presidió a partir de 1907 hasta que se creó la Cámara de Representantes (1917), que también presidió hasta su muerte. Fue cofundador y presidente del Partido Unionista (1914), del cual se separó dos años después, cuando el partido pretendió posponer el reclamo de independencia para Puerto Rico. A su labor como legislador se debe la aprobación de leyes en favor del obrero y el campesino puertorriqueño y el establecimiento del Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas, hoy Recinto Universitario de Mayaguez. Defendió la enseñanza obligatoria en español en las escuelas de la isla. En 1915 viajó a Santo Domingo y Cuba en busca de apoyo para el proyecto de la Unión Antillana. Fue profesor de Derecho Romano, presidente del Ateneo Puertorriqueño y de la Sociedad de Escritores y Artistas, miembro de la Real Academia Hispano-Americana de Cádiz, miembro de la Academia Internacional de la Historia de París así como de otras entidades importantes de la época. Entre lo más destacado de su obra poética se encuentra los libros Pomarrosas (1904), Jovillos, Coplas de estudiantes (1916) y Cantos de pitirre (publicado póstumamente en 1949). Murió en 1918 en Nueva York a donde había viajado en busca de remedio para la gangrena que sufría desde hacía varios años.



En la brecha

¡Ah desgraciado, si el dolor te abate,
si el cansancio tus miembros entumece!
Haz como el árbol seco: reverdece
y como el germen enterrado: late.

Resurge, alienta, grita, anda, combate,
vibra, ondula, retruena, resplandece...
Haz como el río con la lluvia: ¡crece!
Y como el mar contra la roca: ¡bate!


De la tormenta al iracundo empuje,
no has de balar, como el cordero triste,
sino rugir, como la fiera ruge.

¡Levántate!, ¡revuélvete!, ¡resiste!
Haz como el toro acorralado: ¡muge!
O como el toro que no muge: ¡embiste!


Ver: http://www.youtube.com/watch?v=kbGz9_JdBVU



Análisis

     Este poema es un llamado a la superación a través del uso de metáforas. El autor usa ejemplos de la naturaleza para evocar a los que se han caído a levantarse. Todos tendremos problemas o situaciones en la vida que nos abatiran, lo importante no es hacerse "balar como el cordero triste" sino resistir y combatir para salir adelante; nunca dejarse vencer.

    En la primera estrofa el autor usa el ejemplo de un árbol seco que ha muerto y puede reverdecer. Le exhorta al lector que ha caido que reverdezca y reviva como el árbol. Un "germen enterado" se encarga de no pasar por desapercibido mediante sus latidos, y ser persistente en todo momento pasando por alto la preocupaciòn por su permanencia. Ante una circunstancia irremediable, el mantener una actitud de "germen enterrado" provee la actitud y la motivacion para perseverar. Como bien sabemos, un germen se "entierra" biologicamente en un organismo infectado. La inmunidad de este organismo se opone a este germen. No obstante, èste permanece latiendo, demostrando persistencia y actitud inderrotable ante la oposiciòn.


     Luego el autor pasa a dar llamados de superación usando verbos con mucha fuerza que indican actiividad y movimiento (resurge, alienta, grita, anda, combate...). Es como que nos urge a no quedarnos quietos y a movernos para salir del lugar estancado en el que hemos caido. Dos metáforas de esta estrofa son la del rio que crece con la lluvia y el mar que da contra la roca. Debemos encontrar aquello que nos haga crecer y que nos motive, igual que la lluvia hace crecer al rio. Además a pesar de que nos encontramos obstaculos que parezcan imposibles de sobrepasar, demos continuar luchando contra ellos hasta superarlos. Así es el mar que bate a la roca hasta que eventualmente se hace paso y la rompe o le cambia su forma.

     En la próxima estrofa usa la tormenta para representrar las pesadumbres de la vida y hace un llamado a no dejarse caer por éstas como el cordero triste sino luchar como la fiera ruge. Esto implica que demos tomar acción contra lo que se nos imponga y no quedarnos quietos esperando a que la tormenta nos lleve. Finalmente, el autor usa el ejemplo del toro que esta acorralado y encerrado que muge. Hay que gritar ante las cosas que nos accorralan que no nos dejan ser libres. Si gritar no sirve entonces se debe tomar acción. El autor hace un llamado controversial a atacar (embiste) a la oposición cuando sea necesario. La resiganción ante la adversidad conlleva ser derrotado.



Pájaro verde

Había en España un convento rural,
donde un fraile estuvo, en éxtasis santo,
diez años oyendo la gloria del canto
de un ave escondida en un robledal.


Desde que en mis ojos brotó el primer llanto
y en mi alma de niño el primer ideal,
palpita en mi ambiente, me llama a su encanto,
de un ave invisible la onda musical.


Pájaro de ensueño, pájaro divino,
escucho a la vera, por todo el camino
fluir con su timbre diamantino el trino...


Nunca te mostraste, pero te adivino
¡y sé que a la muerte conduce tu canto inmortal!'


Análisis:

     Este poema de José de Diego usa el símbolismo de un pájaro verde para representar las tentaciones de la vida que nos llevan a cosas malas/negativas. En la primera estrofa del poema el autor habla de un fraile que estuvo muchos años en un convento escuchando el canto de un pájaro. Este canto le provocaba un extasis santo. El hecho de que el fraile está diez años escuchando al pájaro pero no sale a buscarlo ni seguirlo, nos indica que el canto del pájaro representa tentaciones a las que nos debemos resistir. Además el pájaro muestra cierto misterio ya que está escondido en un robledal y no se muestra. Representa aquellas cosas que están en nuesstro subconciente y no nos están muy claras, sin embargo sabemos que nuestro comportamiento no se puede tregor por ellas.

     En la segunda estrofa, el autor deja atrás la historia del fraile y pasa a hablar de él mismo. Nos dice que "desde que en mis ojos brotó el primer llanto, y en mi alma de niño el primer ideal" el canto del pájaro lo llama a él. Esto nos indica que desde que el autor perdió su inocencia y fue expuesto a las realidades del mundo, el pájaro lo llama. Un niño es inocente ya que apenas a vivido, por lo tanto, no tiene grandes ambiciones ni pasiones. Cuando se pierde esta inocencia comienzan a surgir cosas que nos llaman.

     El autor luego nos dice que a través de su vida ("por todo el camino...") escucha el timbre del pájaro. Al pájaro el autor nunca lo ve. Por lo tanto, no es un pájaro real sino algo que vive dentro de la gente, incluso dentro de un fraile (la primera estrofa). En la última estrofa, José de Diego termina diciendo que aunque el pájaro nunca se ha mostrado él sabe que conduce a la muerte ("y sé que a la muerte conduce tu canto inmortal!"). En la última línea se hay un contraste entre la muerte y el canto del pájaro que es inmortal. Aunque el pájaro lleva a la muerte él es inmortal ya que exitirá siempre en todo ser. De manera más amplia, se puede considerar el pájaro como la vida y su transcurso. Inevitablemente la muerte nos espera, y aquellas tentaciones irrevocables en la vida nos llevan a resiganrnos a lo que éstas conllevan, incluyendo morir .